martes, 15 de septiembre de 2015

MENORCA... DÍA 9 (BINIGAUS - COVA DES COLOM - CALA ESCORXADA - CALA FUSTAM - TREBALÚGER)

"SOLO CON EL CORAZÓN SE PUEDE VER BIEN.
LO ESENCIAL ES INVISIBLE PARA LOS OJOS"
El Principito




Si tuvieras voz me cantarías una nana, me acunaste desde niña, ahora me ves disfrutar, acariciarte y reír, me sientes y me refrescas cuando el sol penetra por todos los poros de mi piel, cuando el sol aclara mi pelo. Eres y siempre serás esa parte de vida que haces esperanzar a millones de personas que viven de ti. 


Hace tiempo que leo que la felicidad está dentro de las personas sin embargo vivimos en una sociedad que nos vende que la felicidad está en una casa, en un determinado sitio, con unas determinadas personas, con unas determinadas sustancias...
Y yo como parte de la sociedad también he creído mucho tiempo que la felicidad estaba ahí... no se donde pero estaba ahí. 

Pasa el tiempo, creces, maduras, te vuelves adulto y miras hacia atrás y ves lo feliz que has sido con poco o mucho o incluso ves que cuanto menos has tenido más feliz has sido.
Reafirmo esa frase de que la felicidad la llevamos dentro. 
No existen momentos más o menos felices, mejores o peores, todo depende de qué quieras hacer con cada momento, tenemos todo el poder para transformar un momento de mierda en un momento brillante. Tenemos todo el poder de decidir qué queremos hacer en cuanto a todo.

La felicidad también tiene que ver con las expectativas que te generas. ¿Qué expectativas tienes en tu vida? Probablemente si te pones una expectativa muy alta y no la logras conseguir, te sentirás frustrado y difícilmente podrás lograr ser feliz.
Te sentirás muy frustrado si esperas que sean los demás quienes te hagan feliz, quienes llenen tu vida de momentos mágicos.

¿Pero qué pasaría si tú decidieras transformar todos los momentos en momentos únicos? Al fin y al cabo todo instante que pasa por la vida es único, ese mismo instante jamás se volverá a repetir, así que hagámoslo brillar!

Si cierras los ojos y piensas en el momento más bonito de tu vida... tiene que ver con algo externo? 
Por ejemplo para mí los momentos más increíbles de mi vida están llenos de amor, el amor es lo que los ha convertido en TOP, en lo más, en un éxtasis de felicidad.
Evidentemente el ser humano no es lineal, no es 100% estable como para que nada le afecte y siempre tenga el mismo estado de ánimo. Hay días que hormonalmente tanto hombres como mujeres están más susceptibles y es completamente lícito, pues todas las emociones son buenas. El exterior nos afecta pero nosotros decidimos qué hacer con eso.
Hay quien dice que la alegría es buena y la rabia, la tristeza y el miedo son malos. 
Para nada, todas las emociones son buenas y necesarias, pues todas nos permiten sobrevivir, está claro que unas son agradables y otras desagradables pero todas y cada una de ellas nos ayudan a ser quienes somos, nos permiten estar vivos.

Descubrí también que al hombre a lo largo de la historia no se le permitía estar triste ni tener miedo. Cuando digo a lo largo de la historia me refiero incluso a la prehistoria, se remonta al momento en que el hombre tiene que salir de las cuevas a cazar y enfrentarse a animales para poder proveer a su familia de comida. Si el hombre muestra su miedo estaba mostrando su debilidad y no podía ser, no podía haber lugar para el miedo ni la tristeza.

Y así es como generación tras generación se han ido creando los denominados "machos".
En mi opinión, completamente absurdo. Todos somos humanos, hombres y mujeres y todos tenemos los mismos derechos a mostrar y sentir todas las emociones.
Por ejemplo, hoy en día todavía resulta mal visto el hecho de que la mujer muestre rabia. Supuestamente la mujer tiene que ser dulce, alegre, amorosa, pero no se puede enfadar. ¿Perdona? ¿Y eso porqué?

Esta sociedad está muy mal educada emocionalmente y deberíamos empezar a plantearnos el hecho de cambiar ese aspecto al menos de cara a nuestros hijos.

Enseñarles a nuestros hijos que papá llora porque está triste, que es afectivo porque él también ama, no solo trae el dinero a casa para que puedan comer y estudiar, que mamá se enfada porque algo le ha sentado mal, que papá tiene miedo porque quiere aventurarse a cambiar de vida pero al ser desconocido le aterra que las cosas puedan salir mal.
Enseñarles que sus padres son de carne y hueso, que no son robots. 

Tenemos la rara costumbre de no mostrarnos tal y como somos, los hombres de mostrar masculinidad siendo fuertes... ¿Y eso que es? O sea, a ver si lo entiendo... Si eres masculino no se llora ni se puede admitir que se tiene miedo, solo valen los enfados de machote y el orgullo de hombretón? Me parece falso y prehistórico. O sino también tenemos la rara costumbre de tragarnos lo que sentimos para no hacer daño a aquellos que queremos, en este caso que he puesto antes, para no hacer sufrir a nuestros hijos, pero es que los niños sufren más cuando se les ocultan las cosas.


¿No habéis sido niños? ¿Ya no os acordáis cuando los padres hacían ver que no se habían enfadado?  ¿Se creían que éramos tontos?
El otro día una adolescente de 12 años en una práctica de coaching me decía:

-Mis padres se creen que soy imbecil, me ocultan cosas como si yo no me diera cuenta de lo que pasa, me tratan como a una extraña. No confían en mi, no me explican las cosas porque no quieren que sufra, pero eso me demuestra que no confían en mi. Me gustaría que mis padres contaran conmigo para las cosas de familia, yo soy pequeña pero formo parte de la familia.

Como esperamos que los niños de hoy en día crezcan sabiendo que pueden llorar, que no es nada malo, al contrario, sacar las emociones afuera les previene de un montón de enfermedades, pero como esperamos que lo hagan si sus padres no lo hicieron abiertamente. Les están demostrando que no se debe hacer, que es algo sucio de lo que avergonzarse, que hay que tragar.
Lo mismo de las niñas, como esperamos que una niña crezca sabiendo que tiene derecho a enfadarse y a mostrarlo si su madre puso buena cara a todo y se tragó todos los enfados.

Los niños al final son una copia de los padres/madres. Para tener una mejor generación, tendremos que crecer en educación emocional.

Después de esta breve intrusión sobre mis nuevos conocimientos educativos, os sigo contando la aventura viajera.
Ya nos queda poquito para acabar este viaje tan especial y divertido. Hoy ya es nuestro penúltimo día. Si a vosotros os da pena nuestra vuelta imaginar la pena que nos da a nosotros.

Hoy nos hemos propuesto hacer las calas y ruta que nos saltamos y no habíamos hecho todavía.

Nos levantamos tranquilamente y desayunamos y mientras "planificamos" un poco lo que iba a ser nuestro día.
A mí se me había antojado ver Santo Tomás y Javi por darme en el rodal del gusto, miró la manera de poder hacer la ruta de hoy saliendo desde Santo Tomas.
La excursión de hoy pretendía ser relajada y amena a pesar de sus 15 km, tampoco imaginábamos que esos 15 km iban a ser por donde acabarían siendo. Incluía visita a Binigaus, Cova des Colom, Cala Escorxada, Cala Fustam y Trebalúger. 

Cogimos nuestra moto, nos colocamos toda la indumentaria cómodamente con la idea de ir hasta Santo Tomás, dejar la moto y comenzar nuestra bonita caminata.

Así lo hicimos y por el camino nos iban rodeando unos paisajes como los de la película Tom Sawyer. Bosques, campos, casas baleares, granjas, animales y un montón de todo que nada tenia que ver con zonas urbanas.



Llegamos a Santo Tomas y localizamos rápidamente un parking perfecto para dejar la moto, estaba a pie de playa y era gratuito. Nos bajamos de la moto sin caernos, todo un milagro porque la tierra mojada del parking era un autentico suicidio para las motos.
Nos dirigimos andando hacia la playa cuando ambos nos miramos y dijimos a la vez... no tenemos agua!
Maldita frase! Pero tranquilos que nosotros más felices que las perdices no os creáis que compramos agua. Pasamos por delante de un bareto y seguimos andando camino de Binigaus aunque antes de llegar decidimos coger un atajo para ver una cueva.
Cova des Colom se suponía que estaba cerca, entre Santo Tomas y Binigaus, pero eso de cerca era para nuestro anfitrión de la casa, para nosotros de cerca tenía poco. 

Tell me if you wanna go home






Caminamos un buen rato por el atajo, nos equivocamos de recorrido, tuvimos que retroceder, coger otro camino y por fin llegamos a la cueva. Por todo ese camino había sido fácil caminar sin agua, pues hacia sombrita y los caminos estaban llenos de arboles. La cueva estaba helada, como se notaba que no le daba el sol, hacia un frío... menudo cambio de temperatura, además estaba muy húmeda y olía a caca de murciélago.





Como os comentaba, el suelo estaba lleno de cacas negras procedente de los murciélagos, millones de bolitas negras que olían asquerosamente mal. No teníamos mas remedio que pisarlas porque estaban por todas partes.
En el suelo, en mitad de la cueva alguien había hecho un corazón con piedras y con lo románticos que somos los dos, casi sin decirnos nada ya nos habíamos metido dentro a fotografiarnos.





Estaba oscuro pero no lo suficiente como para no ver nada, no obstante cuando salías de la cueva los ojos de forma automática se te cerraban por la molestia de la claridad.
Volvimos al punto en el que habíamos cogido el desvío para ver la cueva. Y una vez allí iniciamos marcha hacia el siguiente punto Cala Escorxada. 
Llegamos a Cala Escorxada y paseamos por la playa con la casualidad de que no había sitios en Menorca que nos teníamos que encontrar al Marqués y Doña en cala Escorxada que no era precisamente de fácil acceso. 



Salimos de allí sigilosamente para que no nos vieran y empezamos a andar y andar y andar con una solanera que no os podéis imaginar. Ah, y nosotros sin agua, tan desesperados nos vieron una pareja de excursionistas que iban por allí que cuando les preguntamos si había un bar en algún lugar próximo a donde estábamos nos dijeron que no pero que si queríamos nos daban un poco de su agua.
Muy agradecidos aceptamos pero la realidad es que con eso no teníamos ni para empezar.
Seguimos andando por un tramo de piedras punteagudas donde casi me dejo los pies, la piel, las uñas y todo lo que iba conmigo.
Menuda excursioncita para el penultimo día y sin agua.
Jamás vayáis de excursión en pleno verano sin agua, aunque creáis que solo hay 2 km, si luego os encontráis que no son 2 km sino 15, os podéis deshidratar a parte del mal humor, la rabia y el miedo que te entra.
Más de una vez pensamos en dar marcha atrás pero tampoco teníamos muy claro que eso fuese favorable para nosotros así que seguimos marcha y poco después llegamos a Cala Fustam, muy bonita pero nosotros nos habíamos emperrado en ir a Trebalúger y seguimos.
Fustam era pequeña pero con unos medusones que si se cocinaban había para un regimiento de soldados. 




Ahora venía lo bueno... Caminamos durante mil horas (siempre he sido muy exagerada), y si fueron pocas tranquilos que a mí se me hizo eterno, solo tenía ganas de llorar o enfadarme con Javi, pero es que estábamos desesperados y encima a él solo le entraban ganas de reír, una risa nerviosa acompañada de mala leche. 
Por si no teníamos suficiente con estar sin agua encima nos perdimos y acabamos en mitad del bosque sin saber donde estaba el camino y llenos de zarzales por todas partes. 
Si queríamos salir de allí nos tenemos que pinchar si o sí.
Conseguimos salir y empezamos a ver agua, la del mar, y ahora como se bajaba a la cala? 

Ni idea, de como bajar no teníamos ni idea pero lo que sí teníamos claro es que necesitábamos agua. Desde arriba, a lo lejos divisamos un barco y le dije a Javi...- Esa gente tiene que tener agua, yo me voy al barco a pedirles agua y pago lo que haga falta por una botella.
Conseguimos bajar y os aseguro que en mi vida había corrido tanto por unas rocas, solo pensaba en agua y sobre todo en que el barco no se fuera.
Llegamos al barco y he de decir que todavía me enamoré mas de la isla. Los hombres que estaban en él se portaron super bien con nosotros, nos sacaron una pila de botellas pequeñas, no tenían grandes y nos cobraron la mitad, nos dejaron descansar un poco en el barco y ya de paso nos explicaron las ventajas y desventajas de vivir en Menorca.
No sé si viviremos en Menorca pero en un entorno rural seguro.




Begin again

Y ahora que ya habíamos bebido agua, nos quedaba 1 hora para poder disfrutar de Trebalúger, sí, porque mi querido quería ver el futbol. O sea tanto esfuerzo para venir hasta aquí, para disfrutarlo solo una hora... Eso es queridos, así fue.
Comimos, bebimos mucha agua y volvimos. Suerte que de comer no teníamos sardinas en lata. Nos habíamos preparado la noche anterior un tupper con ensalada de pasta, olivas y unas patatillas.
La vuelta no se hizo tan dura gracias al agua. No hay nada como tener las necesidades básicas cubiertas, no me extraña que sea la base de la pirámide de Maslow.
Caminamos un montón, o sea todo el recorrido pero de vuelta.
Cuando llegamos a Santo Tomás y pasamos por delante del bar por el que habíamos pasado por la mañana nos miramos y empezamos a reírnos de nosotros mismos.
-Cariño, no hemos cogido agua!
-Ya... bueno!
Esos habían sido nuestros comentarios por la mañana cuando empezamos la excursión.
Ahora sí que hacíamos parada en el bar y nos cogimos una botella de litro, nos la bebimos y fuimos a por la moto de vuelta a casa con el tiempo justo para ducharnos y salir zumbando hacia Ciutadella para ver el futbol y cenar.

Llegamos al casco antiguo de Ciudadela, dimos un pequeño paseo para decidir donde cenar y finalmente nos decantamos por un restaurante excelente del puerto. De futbol nada porque mi amor prefirió celebrar románticamente un hecho que había ocurrido durante las vacaciones del que pronto os hablaré porque supone un nuevo viaje en nuestras vidas.





Y así, delante del puerto, con sus barquitos y sus Llaüts tan típicos de las islas baleares cenamos súper a gusto unas gambitas al ajillo y unos mejillones de primero y un arroz con bogavante y costillas de cordero de segundo y de postre para engordar lo que habíamos perdido durante la caminata, unos profiteroles con chocolate caliente por encima.
Cena previa a un paseo romántico de celebración...



Sí, mucho romanticismo pero debéis pensar que somos unos guarros que no se cambian de ropa.
Cierto, pero es lo que tiene ir de excursionistas!

Y con esta imagen nos despedimos con nuestra ropa sucia, la mejor de nuestras sonrisas y con un feliz hasta mañana.

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